Los artistas hiperrealistas tratan de buscar, con el más radical de los verismos, una transcripción de la realidad usando los medios técnicos y fotográficos de la manipulación de las imágenes. Consiguen con la pintura al óleo o la escultura, el mismo detallismo y encuadre que ofrece la fotografía.
(Tomelloso, Ciudad Real, 1936)
Figuras en una casa
1967
1967
Óleo sobre madera
85 x 124 cm.
Museu Fundación Juan March, de Palma
Figuras en una casa es un excelente ejemplo de esta actitud. Llama la atención, en primer lugar, la elección del motivo: una escena próxima, cotidiana, como si quisiese insistir en que la pintura no tiene que ocuparse de lo artificial y escenográfico, que el misterio está en lo más cercano. O, lo que es lo mismo, que la trascendencia del arte está en la mirada del artista, capaz de seleccionar motivos aparentemente banales y convertirlos en el eje de una reflexión estética.
La escena elegida es un interior oscuro, de la misma manera que años más tarde Antonio López pintará exteriores luminosos. Si en éstos tienen una importancia central las líneas del horizonte, generalmente difusas, nunca rígidas, en los interiores las líneas rectas describen los límites de objetos pero también dan sensación de espacio, con referencias de tamaño y escala.